domingo, 14 de febrero de 2016

"Spotlight" y el verdadero periodismo de investigación

"¿Cómo es el trabajo diario de un periodista de investigación?" Antes o después, la pregunta suele aflorar en las conversaciones en las que algunos colegas y yo solemos participar. La respuesta siempre sorprende a la audiencia. Porque nuestro trabajo tiene muy poco del romanticismo o el misterio que tantas veces retrata el cine y mucho de perseverancia. Se trata de picar piedras hasta encontrar algo valioso en esa cantera.

Por supuesto, solemos vivir momentos inusuales. Para obtener los cables secretos de WikiLeaks, por ejemplo, el primer paso fue hallar a un muchacho de traje gris y zapatillas azules en una estación de subte en Londres. Y para acceder a la información sensible del caso Siemens, pasé muchos días dentro de una habitación de hotel, en Munich, a la espera de una llamada.


El día a día de una investigación periodística, sin embargo, se acerca más a lo que reflejaSpotlight (En primera planaen la traducción local) que a los clichés que presenta cualquier película de espías. Debemos llamar a las fuentes potenciales sabiendo que el 90 por ciento de ellas se negarán a responder, hasta que alguien decida romper el silencio. Debemos golpear todas las puertas sabiendo que incluso las víctimas, en principio interesadas en difundir lo que han padecido, muchas veces -por temor o desconfianza- callan, mientras sus victimarios se siembran datos falsos, cazan fuentes, amenazan a víctimas o compran abogados, fiscales y jueces. Ocurre.

A menudo, también, el mayor desafío del periodismo de investigación es simplemente aguantar la presión. Ya sea la ejercida por los anunciantes (si la pesquisa los compromete) o el propio medio periodístico, cuando para anticiparse a la competencia decide quemar una investigación antes de que esté convenientemente cerrada, o cuando prefiere matar el caso por temor o cálculo político o económico. Aunque la peor de todas es la presión social.

pd: el resto de la columna publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

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