martes, 11 de agosto de 2020

Reforma judicial: 10 razones para un fracaso

BUENOS AIRES — La Argentina está de nuevo muy cerca de desperdiciar una oportunidad. El presidente Alberto Fernández tenía todo dado para impulsar una reforma judicial que honrara sus promesas de regeneración institucional. Pero su propuesta llegó cargada de suspicacias y no mejora la causa principal de la debacle del poder judicial argentino: su politización. Al contrario, puede exacerbarla.

El 29 de julio, el presidente expuso los detalles de su proyecto, que incluye la fusión de fueros, un aumento sustancial de juzgados y fiscalías federales y la convocatoria de una comisión de “notables” para que propongan mejoras al funcionamiento de la Corte Suprema, el Consejo de la Magistratura, el Ministerio Público Fiscal y el juicio por jurados.


Hasta ahí, la iniciativa parece atinada. El problema comienza cuando se analizan los detalles que hacen sospechar de otra avanzada política sobre un poder del Estado célebre por su maleabilidad hacia la coalición gobernante de turno.

La oposición y los expertos independientes formularon una serie de críticas que pueden resumirse en estas diez razones por las que la reforma de la justicia argentina podría terminar en un descalabro.

pd: link al resto de la columna publicada en The New York Times, acá.