El 7 de diciembre de 2007, cinco meses después de concluir el último viaje de Antonini a la Argentina, un avión Hércules C130 de la Fuerza Aérea venezolana protagonizó un extraño incidente en el interior de Bolivia que incluyó a uno de sus pasajeros siendo perseguido y apedreado, al parecer, por una turba que quería lincharlo.
El comandante provincial Miguel Ángel Villarroel informó luego que el venezolano Luis Michel Klein Ferrer fue trasladado por la policía para su protección y que portaba una maleta con dinero. Poco después, el ministro Quintana dijo que la maleta contenía US$ 872.000 y que Klein Ferrer se desempeñaba como funcionario del Banco de Desarrollo Productivo de Venezuela (Bandes).
Sin embargo, Klein Ferrer declaró a la policía boliviana que se aprestaba a firmar la protocolización de un contrato de préstamo por US$ 872.000 para el desarrollo de la comunidad donde habían ocurrido los incidentes.
A su vez, y ya con el escándalo en ebullición, el comandante Villarroel precisó que el venezolano llevaba documentos por esa suma, no dinero en efectivo, mientras que el gobierno de Venezuela y el Bandes también salieron a desmentir que portara dinero.
Para aportar a la confusión general, encima, Klein Ferrer apareció ante las cámaras de televisión. Esto es lo que apareció:
Pero para complicar por completo el panorama (y agigantar las sospechas, o cuando menos la confusión), se descubrió que Klein Ferrer o un homónimo era capitán de la Aviación, al parecer adscripto a la Dirección de Investigaciones de la Dirección General Sectorial de Inteligencia Militar de la República Bolivariana de Venezuela. En otras palabras, un agente de inteligencia, área de la que también salió Antonio José Canchica Gómez, aquel que se reunió con Antonini en un Starbucks Coffe en Fort Lauderdale
Es decir, ¿qué hacía un agente de la inteligencia militar venezolana repartiendo fondos en el interior de Bolivia? Esto, claro, si no se trataba de un homónimo.
Hace ya muchos años, investigué para el diario LA NACIÓN el "maletinazo" de los gobiernos de Argentina y Venezuela. El resultado fue "Los secretos de la valija" y este blog. Estas páginas tomaron luego su propio rumbo, centradas en la corrupción y el lavado, y en los muchachos con maletines repletos de dinero, los "valijeros". Y de allí "Las coimas del gigante alemán", "La máquina de hacer billetes", "La Piñata" y "La Raíz". Pero la trama continúa...
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