Él se adjudicó haber sido quien detectó los dólares en la valija y ordenó el decomiso. Es decir, lo mismo que ella afirmó.
Lo notable, sin embargo, es que cuando la Justicia argentina los enfrentó en un "careo", Lamastra comenzó a recular y a dejar que fuera Telpuk la que tomara la delantera en el relato, por lo que él quedó casi reducido a un mero testigo menor de lo que ella hizo. O peor, alguien que no se sabe bien para quién jugó.
Intenté varias veces ubicarlo a Lamastra. Al fin, hablamos por teléfono. Fue muy amable. Pero callado y optó por no contarme nada. Mi pedido para hablar con él debía pasar, me comentó, por el área de prensa de la Aduana, que es lo mismo que dar el beso de la muerte.
Lamastra es, hoy, un agente de la Aduana que sabe lo que pasó aquella legendaria noche del sábado 4 de agosto de 2007 en que Alejandro Antonini y Claudio Uberti quedaron pegoteados para siempre.
Jorge Lamastra sabe muy bien con que bueyes ara y sabe también que el silencio es el código que le permite seguir estando en el lugar de privilegio que tiene en Aeroparque, al que arribara a partir de su amistad con el otrora amigo de Echegaray, el ex Director de Institucionales de la Aduana, Pagano, actualmente enfrentadisimo con Ricardo Echegaray. El abogado Lamastra no puede cometer tantos "errores" en la confección del acta en aquella "valijera" madrugada,maxime cuando se desempeñó desde su ingreso a la Aduana en la Secretaría 5 de Contencioso, actual Departamento Procedimientos Legales Aduaneros. Si también lo acompañaban en la redacción el Dr.Lucangelli, un ex simio redactor de actas. Y por supuesto por la luz de Echegaray, quien supo darle un "trato" adecuado a los expedientes que tramitaba Carballal en la Región Aduanera Comodoro Rivadavia hasta que consiguiera su remoción para comenzar su escalada.
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