De lunes a viernes, el telefonito manda. Quienes aún leen diarios, lo hacen en sus teléfonos móviles. No en papel, ni tampoco en sus laptops o en la computadora de la oficina. Eso quedó atrás. Ahora las noticias y, aún más, los columnistas preferidos, se leen mientras se viaja desde o hacia el trabajo en trenes, subtes, micros o como fuere. Pero los fines de semana todo cambia. Porque entonces el sueño dorado de todos es mantenerse lo más alejado posible de sus telefonitos (a los que asocian con "trabajo" o, lo que es lo mismo, "estrés") y recrear una escena ideal: el sol de la mañana entrando por la ventana, junto a una taza enorme de café y el diario abierto de par en par. ¿El mensaje implícito? Tengo todo el tiempo del mundo para leer y disfrutar.
Esta visión lunes-a-viernes vs. fines-de-semana no es caprichosa. Surge de un relevamiento que completó The New York Times entre sus lectores y usó luego para actuar en consecuencia. Potenció su paquete de mayor éxito, que incluye la suscripción con la clave para leer online de lunes a viernes y recibir el diario papel los sábados y domingos. A 5,95 dólares por semana.
Bienvenidos, pues, a un intento más de los diarios de Estados Unidos (y, por extensión, del resto del mundo) de adaptarse a las nuevas necesidades de sus lectores. Porque hoy es válido creer que una nueva tipografía o un retoque de colores impulsarán las ventas de los diarios de papel, pero en rigor es como diseñar mejores amortiguadores para carretas en la era de las autopistas.
pd: el resto del análisis publicado hoy en el suplemento Enfoques de LA NACIÓN, acá.
Maravillo artículo! Muy útil. Seguí los posts previos y esperaba por esta nota.
ResponderEliminarSaludos!
Lorena