Más de una vez me han preguntado por qué hago lo que hago. Y no importa qué responda (y siempre respondo lo mismo; ver, por ejemplo, acá), el retruque que recibo va por este lado: ¿Y para qué? Si total...
Anoche, al leer la intervención de Arturo Pérez-Reverte, uno de mis escritores favoritos, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, encontré la mejor síntesis para cantarle "vale 4" a ese retruque pesimista, cargado de frustración y/o cinismo.
Es el siguiente: “Yo creo que los malos siempre ganan. Y tú puedes asociarte al malo o, de una forma más quijotesca, tratar de hacer que el malo no duerma bien, que sepa que en cualquier momento alguien se puede levantar y cortarle el sueño, o el negocio. Que el malo sepa que no es tan fácil ser malo, y que incluso puede ser peligroso”.
Gracias, don Arturo. Gracias don Miguel. Gracias don Quijote.
pd: el artículo de El País de España donde se lo cita, acá.
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