La OCDE apuntó, además, a la controversia que la Casa Rosada mantiene con un sector del Poder Judicial y alertó sobre la injerencia en "los procesos disciplinarios contra los jueces y fiscales". Consideró que "amenazan la independencia" de la Justicia y lamentó que "demoras generalizadas siguen entorpeciendo las complejas investigaciones de delitos económicos".
Aunque no la menciona por su nombre, el informe incluso apuntó a la Presidenta por las sospechas que rodean a su hotel Alto Calafate. Y recordó varios de los escándalos de la última década: Lázaro Báez y la puja por destituir al fiscal José María Campagnoli.
El informe también se refiere a la compra de los activos de Petrobras por el zar del juego, Cristóbal López, la "diplomacia paralela" con Venezuela o el caso Antonini Wilson, que bordea la prescripción en la Cámara Nacional de Casación Penal (de lo que se informa por separado).
Dada la gravedad de esas y otras conclusiones, la OCDE decidió que la "Argentina será sometida a una nueva evaluación a finales de 2016 para valorar su progreso", mientras que una misión de alto nivel viajará al país a principios del año próximo para otra revisión "in situ".
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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