domingo, 2 de agosto de 2015

De entrevistador a entrevistado

No suelo subir a este blog las entrevistas que me hacen. Pero esta tiene un valor especial. Se publicó en el diario para el cual trabajo, La Nación, a raíz de mi nuevo libro. 

Debo confesarlo: se siente raro pasar de entrevistador a entrevistado y, más aún, en el diario que es mi casa desde hace 15 años. ¡Y más aún ver cómo sale, como lo hace cualquier lector, en la mañana del domingo! ¡Y preguntarme de dónde corno sacaron esa foto! ¿Cuándo la tomaron? ¿Dónde? Jajaja!

Así comienza (¡y GRACIAS, Víctor Hugo Ghitta!):

Tiene algo de Sam Spade y Philip Marlowe, los detectives privados creados por Dashiell Hammet y Raymond Chandler, dos maestros de la novela negra norteamericana que tuvo su época dorada cuando los gángsters y el crimen organizado dominaron una parte de la vida de los Estados Unidos. Como ellos, aunque sin el cinismo que en parte ensombrece a los protagonistas de El halcón maltés y El sueño eterno, Hugo Alconada Mon se ocupa de investigar el delito; como ellos, es un hombre cotidiano que defiende una moral. Un hombre sencillo, aunque la pila de papeles con información rigurosamente chequeada que suele llevar consigo puede hacer temblar a todo un gabinete de ministros.


Son precisamente muchos de esos funcionarios quienes respetan su trabajo como sabueso periodístico. Alconada lo cuenta en el prólogo a La piñata. El ABC de la corrupción, de la burguesía nacional kirchnerista y del capitalismo de amigos, su último libro y sucesor de éxitos de ventas como Los secretos de la valija y Boudou, Ciccone y la máquina de hacer billetes. Cuando le preguntó a un monje del kirchnerismo por qué él no ha sido atacado pese a la contundencia con que suele desnudar innumerables actos de corrupción -la lista incluye los casos de Aerolíneas Argentinas, Lázaro Báez, Julio De Vido o Norberto Oyarbide-, recibió esta respuesta: "Porque vos tenés información, y eso lo respetamos. Vos no hacés operetas, como máximo caes en ellas, y no cobrás".

La pregunta que le hace entonces a su interlocutor trae la peor de las noticias para la salud institucional del país. "¿Usted sabe que siempre tengo la sensación de que estoy escribiendo sobre el conejo que tengo delante de mis ojos, mientras a mis espaldas pasa un elefante rosa en zunga haciendo la vertical y no me doy cuenta?" "Es exactamente así -escucha Alconada como toda respuesta-. Ustedes, los periodistas, apenas si arañan la superficie."

-¿Se puede caracterizar la corrupción bajo las presidencias de Alfonsín, Menem, De la Rúa y los Kirchner?

-Durante la de Alfonsín fue menor, incipiente. La de Menem llegó a niveles increíbles, pero en términos de porcentajes y dinero cash. La del kirchnerismo es distinta: ellos van por las acciones y las empresas, para ser parte del poder permanente.

pd: el resto de la entrevista publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

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