Al retornar a Buenos Aires y para defender a Rabbani, D'Elía no tuvo mejor idea que compararlo con uno de los protagonistas del "maletinazo", Guido Alejandro Antonini Wilson, y dos de los peores protagonistas de la dictadura que padeció la Argentina entre 1976 y 1983, Jorge Rafael Videla y Alfredo Astiz".
El iraní, dijo D'Elía, "tiene un pedido de captura como tienen Guido Antonini Wilson por la Justicia argentina, como tienen Astiz o Videla por la Justicia francesa".
Opciones:
1. D'Elía es un genio de las indirectas y buscó pegotear a Rabbani con íconos sociales de la impunidad como Videla, Astiz y Antonini. Es decir, quiso decir (sin explicitarlo) que el iraní es culpable hasta el tuétano.
2. D'Elía cree REALMENTE que Rabbani es inocente y, para eso, llegó al punto de plantear la inocencia de Videla (condenado por genocida), Astiz (condenado por asesino) y Antonini (prófugo en la Argentina y en Venezuela).
Al parecer, la opción correcta del piquetero (acusado, a su vez, de destrozar la comisaría 24° del barrio porteño de La Boca, entre otros hechos de violencia) es la segunda. Por eso, ahora reconvertido en jurista, dijo: "Creo que en principio jurídico de que todo ciudadano es inocente hasta que no se demuestre lo contrario".
Otros tiempos: D'Elía cuando optaba por la acción directa en vez del principismo jurídico
En ese caso, cabe aclarar, su comentario implica una voltetera en el aire desde aquellos tiempos en que acusó (y juzgó) a Antonini de ser un espía de la CIA, de tener "probado" su reunión con otro agente norteamericano -"William Cooper", según lo identificó- en "un hotel de Río de Janeiro" y otras delicias similares.
En fin...
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