Los US$ 800.000 de la ya ultra-maldita valija mantienen su poder radioactivo. No sólo afectaron para siempre a Claudio Uberti y Guido Alejandro Antonini Wilson –entre muchos otros-, sino que su ola expansiva continúa.
Ahora, la jueza federal María Servini de Cubría suspendió el trámite del expediente en el que analiza si fue irregular o no el financiamiento del Frente para la Victoria (FPV) durante la campaña electoral que llevó a la Casa Rosada a Cristina Fernández de Kirchner durante 2007.
La magistrada (foto) dejó congeladas las actuaciones hasta que se resuelvan las investigaciones penales abiertas vinculadas a los aportes electores que recibió su campaña, con lo que evitó aprobar –o rechazar- el informe final de gastos, pero a la vez cumplió con una orden que le impartió la Cámara Nacional Electoral.
La primera causa penal a la que supeditó Servini su decisión la instruye su colega, el juez federal Norberto Oyarbide, y se centra en el presunto lavado de dinero de la mafia de los medicamentos mediante aportes electorales.
La segunda causa, en manos del también colega de los tribunales de Comodoro Py, el juez federal Ariel Lijo, se centra en verificar si empresas que aportaron a la campaña K fueron luego beneficiadas con negocios con el Estado.
Y esto, sin olvidar los asesinatos de Sebastián Forza y compañía, los detenidos, los aportantes "fantasma", entre otros puntos oscuros.
A 200 metros de Comodoro Py, mientras tanto, en los tribunales en lo Penal Económico, tramita el expediente alrededor de Antonini Wilson, Uberti, el intento de contrabando –o de lavado de dinero-, que mantiene intactas sus características de “mancha venenosa”.
Es una cuestión de tiempo. Y, claro está, de fortuna.
pd: más datos, acá.
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