La ruta del dinero con la que Alejandro Vandenbroele, el
presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou, financió la resurrección
de la quebrada Ciccone Calcográfica incluye ramificaciones en paraísos fiscales
como Panamá y la Isla de Man [abajo, en el centro, entre el Reino Unido e Irlanda], una misteriosa dama que opera en esos circuitos y
un uruguayo que transportó bonos con un documento de identidad vencido.
Las sospechas se centran en los $ 2,4 millones que la
sociedad uruguaya Dusbel SA aportó a The Old Fund, la polémica firma
representada por Vandenbroele, el 29 de octubre de 2010, apenas dos días
después de la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, cuando el supuesto
testaferro convocó de urgencia a una asamblea extraordinaria de accionistas.
La irrupción del nuevo dato aporta más sombras sobre cómo
resurgió la imprenta Ciccone de su quiebra y, también, las razones por las
que el Gobierno bregó por imprimir hasta 500 millones de billetes de 100 pesos
en una empresa cuyos controlantes se desconocían, con fondos aportados por
empresas ligadas a paraísos fiscales.
pd: el resto de la nota publicada en LA NACIÓN, acá.
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