La cooperativa que financió el desembarco de The Old Fund
detrás de la nueva Ciccone Calcográfica vulneró los límites de su propia acta
constitutiva y actuó como pantalla intermediaria entre Alejandro Vandenbroele y
el Banco Macro de Jorge Brito [foto, abajo], según informó a la Justicia penal el organismo estatal que debe
regular y controlar a ese tipo de entidades en teoría sin fines de lucro.
La actuación irregular de la Cooperativa de Crédito Marítima
del Sur surge del artículo 5° de su acta de constitución, que fijó que la
entidad sólo podría otorgar créditos entre sus asociados con capital propio,
aunque en el caso de The Old Fund salió a endeudarse en varios bancos para de
inmediato entregar ese fondeo a Vandenbroele.
De acuerdo con los registros financieros del Banco Central
(BCRA), la cooperativa recurrió a los bancos Mariva ($ 3,9 millones), Macro ($
2,5 millones), y de Servicio y Transacciones (BST), Industrial y Finansur (con
$ 1,5 millones en cada uno), por un total de 11,4 millones de pesos.
El nuevo hallazgo obtenido por la Justicia sobre esos $ 29
millones deja en evidencia otro interrogante sobre cuál fue el verdadero origen
del total de los cerca de $ 50 millones con que The Old Fund sacó de la quiebra
a Ciccone y la mantuvo en funcionamiento mientras obtenía sus primeros
contratos, como la impresión de las boletas electorales del Frente para la
Victoria (FPV) y, luego, de millones de billetes de 100 pesos.
pd: el resto de la nota publicada en LA NACIÓN, acá.
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