El gobierno del presidente electo, Mauricio Macri, abortó durante los últimos días los puentes de comunicación que buscó tender la procuradora general, Alejandra Gils Carbó, para trazar pautas de trabajo sobre la lucha contra el narcotráfico y otros asuntos sensibles, confirmaron a LA NACION fuentes de ambos sectores.
La decisión de cortar esos puentes la tomó el futuro ministro de Justicia, Germán Garavano, quien recibió a dos emisarios de la procuradora, pero les comunicó que Macri ya había indicado que su posición era buscar la salida o destitución de Gils Carbó.
La decisión de cortar esos puentes la tomó el futuro ministro de Justicia, Germán Garavano, quien recibió a dos emisarios de la procuradora, pero les comunicó que Macri ya había indicado que su posición era buscar la salida o destitución de Gils Carbó.
El segundo emisario que llegó desde la Procuración, sin embargo, buscó dar otro paso y, carpeta en mano, conversar "para adelante" cómo coordinar esfuerzos en la lucha contra el narcotráfico entre el gobierno macrista y el Ministerio Público. Fue entonces cuando encontró el freno. Desde la Procuración afirmaron a LA NACION que Garavano indicó que no había nada para conversar porque Gils Carbó "no llega a fin de año" y que la única discusión posible era si presentaba su renuncia o si debía buscarse su eventual destitución.
Voceros del futuro ministro de Justicia confirmaron los encuentros, pero le bajaron el tono a su mensaje. "Garavano sólo le comunicó al colaborador de Gils Carbó que no hay temas que conversar «para adelante» porque él tiene la misma posición que el presidente", en alusión a Macri, y le transmitió que sí está dispuesto a "colaborar para que no sea una «salida traumática» y, por el contrario, sea lo más «prolija» e «institucional» posible".
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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