Me enteré el jueves al mediodía, por el llamado de un colega.
Llamé a otro colega, para avisarle, pero ya estaba al tanto y en plena búsqueda de más información.
¿De qué hablo?
De esto:
"Eduardo Sadous, que fue embajador argentino en Caracas, declaró bajo juramento, ante la Justicia, que los empresarios que querían hacer negocios con Venezuela en el inicio del kirchnerismo debían pagar entre un 15 y un 20% de coimas a funcionarios del Ministerio de Planificación".
Y sigue: "Mencionó que miembros del Gobierno se habrían beneficiado con testaferros en esos negocios de exportación y que la relación comercial con el país caribeño la manejaba, en forma paralela a la Cancillería, el entonces director del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), Claudio Uberti"
Quien leyó el libro o este blog, sabe de qué hablamos. Pero, ¿por qué recién ahora posteo la noticia que apareció ayer en los diarios?
Pues porque me encuentro en otro país, de otro continente. En el corazón histórico del imperio del mal (o al menos de su forma lavada).
Habrá más precisiones para este boletín... pronto.
pd: más datos sobre el embajador/ventilador Sadous, acá y acá.
Hace ya muchos años, investigué para el diario LA NACIÓN el "maletinazo" de los gobiernos de Argentina y Venezuela. El resultado fue "Los secretos de la valija" y este blog. Estas páginas tomaron luego su propio rumbo, centradas en la corrupción y el lavado, y en los muchachos con maletines repletos de dinero, los "valijeros". Y de allí "Las coimas del gigante alemán", "La máquina de hacer billetes", "La Piñata" y "La Raíz". Pero la trama continúa...
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