miércoles, 22 de septiembre de 2010

RIP - espero tu reencarnación

Falleció mi amado teléfono celular.

Yo soy su asesino, Su Señoría.

Pero fue homicidio culposo, creame.

Se cayó sin darme cuenta, quedó en el canto de la puerta del auto y... cerré la puerta sin más.

La puerta, obvio, no cerró. Y al mirar para ver si había enganchado el cinturón de seguridad (un clásico), allí estaba.

Sobre el asfalto.

Estrellado.

Lo encendí.

Para qué.

Ya lo intuía.

Su tierna pantallita me ofreció un caleidoscopio de colores.

Compañero fiel en múltiples aventuras durante los últimos años, te extrañaré.

RIP. QEPD.


Muerto el Palm Centro. Honor, honor.

Y ahora, debo creer en la reencarnación.

Veremos si el Palm Treo Pro honra a su antecesor y lleva más allá sus bondades.

En estos momentos, cirujanos llevan a cabo un trasplante de corazón (chip), pulmones (contactos) y cerebro (memos).

Va a parecer Frankenstein, el novato...

pd: comentarios abstenerse, que ya me dieron el diploma de güebón en casa...

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