Hubo
más muertes. Muchas más muertes por el diluvio del 2 de abril en la ciudad de
La Plata que las 52 que figuran en el listado oficial. Hay cerca de 90 casos
sospechosos, ya sea por la hora, día, lugar o detalles de sus muertes. Y las
familias de ocho de ellos ya confirmaron a LA NACION que sus seres queridos
murieron, de manera directa o indirecta, por la gran lluvia.
¿Cómo es la cuenta? Cerca de 300 personas fallecieron en La Plata y alrededores durante la primera quincena de abril. De ellas, 52 ya figuran en el listado oficial, mientras que entre 150 y 160 se descartaron por diferentes motivos (víctimas de asesinatos, suicidios, enfermedades terminales y accidentes de tránsito, entre otros). Así, quedaron otros 90 bajo la lupa con distintos grados de sospecha.
A su vez, esas
sospechas se basan, entre otros motivos, en observar por ejemplo cómo se distribuyeron las muertes registradas
durante la primer quincena de abril en La Plata y sus alrededores. Así se
observa dónde ocurrieron los decesos de la lista oficial (en amarillo) y los
fallecidos por fuera de esa lista (en violeta los registrados entre el 2 y 4 de
abril; en azul, del 5 de abril en adelante).
Si
este mapa se combina, además, con los registros de qué zonas se inundaron de La
Plata y sus alrededores, y también con datos sobre los cauces hídricos de la
región (porque aunque los arroyos se encuentren entubados en el casco urbano,
aún así son zonas bajas hacia donde fluyó el agua de lluvia), resulta muy
sugestivo.
Más aún, los registros estadísticos muestran un salto inexplicable. De acuerdo a las estadísticas OFICIALES del Ministerio de Salud nacional, en La Plata murieron 5559 personas durante 2005 (15,2 promedio por día), 5488 personas durante 2009 (15 por día) y 5896 personas durante 2010 (16 por día). Ahora bien, si durante los primeros 14 días de este abril fallecieron unas 300 personas, están "sobrando" (disculpas por la expresión) unos 90 fallecimientos. Y eso, vale aclarar, que hay algunas víctimas que se registraron postdatadas o fallecieron después, tras 15 días en coma, como Alejandro Nuccitelli.
Y si faltaba algo, familiares de 8 de esos 90 fallecidos contaron a LA NACION que sus padres, hermanos o hijos murieron por la inundación o sus derivados. Y 3 de esas 8 familias, a su vez, remarcaron el rol que asumió la policía bonaerense durante las primeras horas que siguieron a cada muerte.
“Nos dijeron que si denunciábamos que había muerto por la inundación tenían que llevarse el cuerpo a la morgue, hacerle una autopsia, abrir un expediente penal y esperar una decisión del juez, lo que podía tomar un par de semanas o un mes”, relató la hija de un fallecido. “Pero nos dijeron que si conseguíamos a un médico amigo que nos firmara el certificado [de defunción] diciendo que murió de un infarto, ellos [por la policía] mirarían para otro lado y al día siguiente lo podíamos enterrar”. Y así fue. Al igual que decenas más de fallecidos durante aquellas primeras y trágicas horas, el hombre figura como que falleció por un “paro cardiorrespiratorio no traumático”.
Más aún, los registros estadísticos muestran un salto inexplicable. De acuerdo a las estadísticas OFICIALES del Ministerio de Salud nacional, en La Plata murieron 5559 personas durante 2005 (15,2 promedio por día), 5488 personas durante 2009 (15 por día) y 5896 personas durante 2010 (16 por día). Ahora bien, si durante los primeros 14 días de este abril fallecieron unas 300 personas, están "sobrando" (disculpas por la expresión) unos 90 fallecimientos. Y eso, vale aclarar, que hay algunas víctimas que se registraron postdatadas o fallecieron después, tras 15 días en coma, como Alejandro Nuccitelli.
Y si faltaba algo, familiares de 8 de esos 90 fallecidos contaron a LA NACION que sus padres, hermanos o hijos murieron por la inundación o sus derivados. Y 3 de esas 8 familias, a su vez, remarcaron el rol que asumió la policía bonaerense durante las primeras horas que siguieron a cada muerte.
“Nos dijeron que si denunciábamos que había muerto por la inundación tenían que llevarse el cuerpo a la morgue, hacerle una autopsia, abrir un expediente penal y esperar una decisión del juez, lo que podía tomar un par de semanas o un mes”, relató la hija de un fallecido. “Pero nos dijeron que si conseguíamos a un médico amigo que nos firmara el certificado [de defunción] diciendo que murió de un infarto, ellos [por la policía] mirarían para otro lado y al día siguiente lo podíamos enterrar”. Y así fue. Al igual que decenas más de fallecidos durante aquellas primeras y trágicas horas, el hombre figura como que falleció por un “paro cardiorrespiratorio no traumático”.
pd: el resto del material publicado hoy en LA NACIÓN, acá, acá y acá.
La verdad , muy interesante!! La verdad que hace recordar a lo que pasó en Sta Fé. Ahora van a juicio los de Recursos Hídricos que debían haber informado la subida del Río Salado. Tengo algunos conocidos que nunca recuperaron los cuerpos, ta que el agua hizo una gran embestida y permaneció varios días inundada la ciudad en varios sectores. Lamentable la actitud de algunos políticos. Lo que si dejo en claro la decisión de Reuteman, Gdor en ese momento hacer volar el paredón del Parque Sur que rodea la ruta. Y andar en canoa y botas ayudando la gente. Pero nunca más aceptó un cargos importantes( rechazó la presidencia y la gobernación) . No sé si por miedo , desilusión o no querer comprometerse.
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