Grupo
Indalo, el imperio que lidera el empresario patagónico Cristóbal López, negó
ayer haber pagado coimas a políticos y ejecutivos de la petrolera estatal
brasileña Petrobras para comprar sus activos en la Argentina. Pero las dudas
persisten sobre el destino final de US$ 8,8 millones que el Grupo admite que desembolsó.
La
desmentida de Indalo llegó horas después de que LA NACION profundizara la
información que durante el fin de semana difundió la revista brasileña Época en
base al testimonio del operador político Joao Augusto Henriques, al que cerca
de López anticiparon que exigirán que se retracte y que lo demandarán.
Ante
la consulta de LA NACION, dos de los máximos colaboradores de López defendieron
la “legalidad” de la operación. Negaron cualquier irregularidad y aportaron copias
de los documentos y facturas por US$ 2,8 millones que cobró el operador argentino
Jorge Rottemberg en concepto de “honorarios por la gestión de representación en
la comisión de la compra y adquisición” de los activos locales de Petrobras.
De
esos mismos documentos surge, sin embargo, que López y su mano derecha, Fabián
de Sousa, también se comprometieron a pagarle a Rottemberg –mediante su firma
uruguaya Millfox– otros US$ 8 millones por el 50% de las acciones de Vía
Cuántica SA, una sociedad que pretendían utilizar para el “trading de
combustibles a nivel global”.
De
ese modo, el operador argentino embolsaría un total de US$ 10,8 millones. Es
decir, poco más que el mismo monto que, según Augusto, se canalizó a través de
otra firma uruguaya de Rottemberg para el pago de sobornos a ejecutivos de
Petrobras y políticos brasileños.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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