La moratoria excepcionalísima que le otorgó la
Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) a la nueva Ciccone
Calcográfica fue más que eso. Fue única. Tanto, que incluyó una quita
multimillonaria sobre los intereses acumulados durante años de atrasos e incumplimientos
impositivos, lo que disparó una controversia sin precedente sobre su legalidad
dentro del ente recaudador.
La polémica concluyó de un
modo también singular. Más de un año después de otorgarle la moratoria
"del artículo 32" (como se la conoce dentro de la AFIP) a la empresa
que preside el abogado Alejandro Vandenbroele, estalló
el escándalo público y sólo entonces se inició una actuación
"rectificativa" para incluir esos intereses, cuya quita desmintió de
manera tajante el jefe del organismo, Ricardo Echegaray, en su conferencia de
prensa del 9 de este mes.
La decisión de condonar esos
intereses acumulados, sin embargo, fue refrendada tres veces dentro de la AFIP,
luego de que la nueva Ciccone lo solicitó por escrito y se inició la actuación
13288-1298-2010, que después cambió a 1-257899-2010. A partir de ese momento, el entonces jefe de Gabinete de Asesores de Echegaray, Rafael Resnick Brenner [foto], asumió un rol decisivo.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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