El mensaje llegó del
Ministerio de Economía, que por entonces lideraba Amado Boudou. “Reciban esta
gente”. Y atento al pedido, así se hizo. La cúpula del Banco Provincia escuchó
a los emisarios. Fue a mediados de 2010. Eran dos abogados. Uno de ellos era Alejandro
Paul Vandenbroele. Y se presentaron para pedir la colaboración de la entidad
bancaria en el proceso de levantamiento de la quiebra de la ex Ciccone
Calcográfica.
La intercesión del Palacio de Hacienda a favor de Vandenbroele ante el segundo banco público más importante del país fue confirmada por dos altas fuentes de la entidad. Ambas aportaron más detalles de las negociaciones alrededor de una acreencia por más de $ 6 millones, que incluyeron hasta una reunión de directorio en septiembre de aquel año para consensuar los pasos a seguir.
“Vandenbroele se
presentó para comunicar el interés que tenían por Ciccone, aunque dijo que
sería el Estado nacional el que tomaría el control de la planta y que por lo
tanto nos pedía que no objetáramos el levantamiento de la quiebra que estaban
por solicitar”, rememoró uno de los informantes. “Pidió que presentáramos una
conformidad con ese levantamiento o que por lo menos nos mantuviéramos
callados”.
pd: el resto de la nota, acá.
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