La impresión de billetes, pasaportes y otros valores de
seguridad en la Casa de Moneda podría comenzar a recuperar hoy su ritmo
habitual, luego de que el Ministerio de Trabajo dispuso ayer la conciliación
obligatoria entre las autoridades del organismo estatal y los cientos de
empleados que mantenían un paro por tiempo indeterminado.
Los trabajadores de la planta reclaman la reinstalación de
un adicional por “manejo de valores” disuelto en los ‘90 y que equivale al 30%
del básico de sus salarios. Pero el pedido fue desechado por la presidenta del
organismo, Katya Daura, una funcionaria de extrema confianza del vicepresidente
Amado Boudou desde la Anses.
La protesta registró un altísimo acatamiento entre los
trabajadores de su planta impresora, con efectos tangibles. “La producción
empezó a mermar: bajó la cantidad de cartones de bingo, de pasaportes y de
billetes”, detalló Glorioso, lo que fue confirmado por una veintena
de empleados durante el corte de la avenida, que cargaron contra Daura y Boudou
por su supuesto deseo de debilitar a la Casa de Moneda para favorecer a la ex Ciccone Calcográfica.
El reclamo tuvo otro efecto. Forzó que trabajadores
administrativos cubrieran los puestos vacantes en el área de producción, sin la capacitación previa requerida. Y
eso conllevó la puesta en circulación de billetes de 100 pesos cuestionables.
Ese dinero, según remarcó Glorioso, “no pasó el filtro técnico del control de
calidad”.
pd: la nota completa publicada hoy en LA NACION, acá.
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