Guillermo Reinwick conversa con un amigo, sentado a una mesa
del bar Francesca, del Patio Bullrich. Tranquilo, cuando se despide de su
interlocutor, se acomoda, junta a otra mesa del mismo local, para almorzar con
otra persona. Se toma su tiempo, mientras da unas pocas órdenes a la mesera. Es
decir, a su empleada. Porque quien se presenta a sí mismo como el
"accionista controlante" de la ex Ciccone Calcográfica es uno de los
dueños del bar. Por algo, sus amigos mordaces lo apodan "el Cafetero"
a sus espaldas.
En pleno escándalo alrededor de la ex Ciccone, la sociedad
que la controla, The Old Fund, y los misteriosos $ 50 millones que la
mantuvieron viva durante más de un año y medio, Reinwick esquivó a los medios
de comunicación. Un contraste notable con el hombre que vio sus primeros pasos
laborales en un solárium del partido de San Martín, Guillermo
"Guillote" Coppola, un verdadero experto a la hora de lidiar con los
medios.
Pero el bajo perfil de "Willy" Reinwick duró hasta
que LA NACION lo ubicó en el Francesca, para luego volver a las sombras. Tal es
su afán por el anonimato que hasta ahora el marido de Lorena Ciccone sólo dio
su versión sobre el desembarco de Alejandro Vandenbroele como presidente de la
ex Ciccone por medio de una solicitada que no firmó ni pagó él, sino el propio
Vandenbroele, cuando se entregó a los medios.
pd: el resto de la nota publicada ayer por LA NACION, acá.
Realmente es de gran valor tu profesionalidad periodística, tu ética personal y la minuciosidad del trabajo que, la justicia debería hacer. Se te agradece, por mi y millones de argentinos
ResponderEliminarMarijan
Muy buen comentario, adhiero totalmente, solo le agrego la legislatura, y los organismos de control del estado, tambien deben de estudiar este caso, tan responsablemente y profundamente como lo hacen este equipo de periodistas
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