Ya está. La ex Ciccone Calcográfica, presidida por el
presunto testaferro de Amado Boudou, Alejandro Vandenbroele, comenzó a
completar los papeles para justificar quiénes son los dueños y, tanto o más
relevante, de dónde salieron los $ 50 millones que aportó la sociedad
controlante The Old Fund para mantener viva la imprenta durante más de un año y
medio.
Las gestiones, que incluyeron viajes al exterior y tensas
negociaciones con el factótum de la imprenta, Nicolás Ciccone, terminarían sin
embargo con un resultado singular. El ex banquero Raúl Juan Pedro Moneta
asumiría como propios al menos parte de los misteriosos millones de The Old
Fund, según informaron a LA NACION tres fuentes al tanto de la compleja
operación financiera en marcha.
El primer paso para la llegada del polémico empresario (como FINANCISTA y no como ACCIONISTA, como subtitularon MAL en la tapa el diario LA NACIÓN) ocurrió cuando el Banco Macro, de su amigo Jorge Brito, reportó ante la
unidad antilavado (UIF) una operación sospechosa (ROS) de The Old Fund. Casi de
inmediato, una sociedad de Moneta, Maxifarm SA, se habría presentado para
informar que había aportado esos fondos reportados.
Moneta se convertiría así (reitero, como FINANCISTA y no como accionista) en el último eslabón detrás de la
empresa que imprimirá $ 41.000 millones en billetes de 100 pesos y que ya
acumula múltiples zonas grises. Desde un supuesto testaferro del vicepresidente
Amado Boudou y un fondo holandés disuelto desde febrero hasta una sociedad
uruguaya con acciones al portador y un prófugo de la justicia de Estados
Unidos.
pd1: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
pd2: ¿quedó claro que iría como FINANCISTA y no como accionista?
pd2: ¿quedó claro que iría como FINANCISTA y no como accionista?
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