lunes, 23 de septiembre de 2013

Cancillería - un (ex) funcionario con cobertura

En una tácita admisión de la red de protección que en la cúpula de la Cancillería rodeó al funcionario Hugo Merlo, acusado de racista, las denuncias en su contra y de sus colaboradores se reactivaron sólo horas después de que LA NACION expusiera los presuntos delitos e irregularidades que protagonizaron durante más de un año.

El despertar de esas denuncias, sin embargo, es sólo parcial. Por lo menos un expediente administrativo continúa paralizado en la Secretaría de Cooperación Internacional (Secin) de la Cancillería, que controla Paula Verónica Ferraris, la pareja del funcionario que ya fue removido, según consta en las "hojas de ruta" de las actuaciones.


Esa decisión contrasta con las reacciones que trascendieron desde la Cancillería durante los días que siguieron a las revelaciones periodísticas. Primero se informó que Merlo había presentado su renuncia y que el canciller Héctor Timerman pidió "disculpas en relación con las situaciones denunciadas" desde hace más de un año por la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) por "maltrato laboral".

Ferraris, incluso, habría presentado su renuncia ante Timerman, quien no la aceptó, por lo menos por ahora, según trascendió en el Palacio San Martín, a la espera de las conclusiones de los sumarios administrativos que ordenó abrir para deslindar responsabilidades.

Los movimientos en la Cancillería de los expedientes en los que se acumularon las denuncias, desde mediados de 2012, pueden aportar luz para determinar cómo actuaron esos funcionarios.

pd: el resto de la nota publicada en LA NACIÓN, acá.

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