En teoría, los argentinos sólo conocieron a Guido Alejandro Antonini Wilson en Caracas, en agosto, horas antes de subirse al (maldito) avión que los llevaría de regreso a Buenos Aires (con los US$ 800.000 + US$ 4.200.000 = cling! caja!).
Eso es lo que declaró ante la Justicia argentina, sin ir más lejos, el titular del OCCOVI, embajador argentino en las sombras venezolanas y recaudador de la campaña presidencial, Claudio Uberti.
Perdón, ¿y este email?
Bueno, cualquiera puede olvidarse de Antonini. En especial si en el servicio de ingreso y salida del OCCOVI lo bautizaron como "Guillermo" en vez de "Guido"... Más aún si fue su secretaria polifuncional, Victoria Bereziuk, quien se lo anotó en su agenda. Como diría "Il Diego", a cualquiera se le puede escapar la tortuga...
pd: no vale la pena el esfuerzo de escribir a las casillas de correo que aparecen en la imagen. Las dos ya fueron dadas de baja.
Hace ya muchos años, investigué para el diario LA NACIÓN el "maletinazo" de los gobiernos de Argentina y Venezuela. El resultado fue "Los secretos de la valija" y este blog. Estas páginas tomaron luego su propio rumbo, centradas en la corrupción y el lavado, y en los muchachos con maletines repletos de dinero, los "valijeros". Y de allí "Las coimas del gigante alemán", "La máquina de hacer billetes", "La Piñata" y "La Raíz". Pero la trama continúa...
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