La crónica dura dice así: la jueza federal María Servini de Cubría sobreseyó a los sospechados de comprar votos en el Congreso y envió la causa al archivo.
Servini sobreseyó así a varios funcionarios denunciados: al secretario del ministro de Planificación Federal Julio De Vido, José María “Vasco” Olazagasti; al titular de la secretaría antidrogas (Sedronar), José Granero; y al intendente de San Julián, Nelson Gleadell.
La investigación comenzó en noviembre cuando las diputadas opositoras Cynthia Hotton (Valores para mi País) y Elsa Álvarez (UCR) afirmaron que esos tres funcionarios se comunicaron (o al menos lo intentaron) para ofrecerles dinero o prebendas para que aprobaran el proyecto de Presupuesto durante la sesión del 10 de noviembre o, por lo menos, que se ausentaran de dicha sesión.
El fiscal federal Federico Delgado apeló el sobreseimiento y calificó el cierre de la causa como "prematuro", al considerar que restan medidas de pruebas en la investigación, ya que las hasta recabadas son “insuficientes".
Vale recordar que Delgado de investigaciones sobre sobornos sabe. De hecho, junto al entonces fiscal (y actual camarista federal) Eduardo Freiler llevó adelante la causa de las Coimas en el Senado (aquella de Mario Pontaquarto, la Banelco, Fernando de la Rúa, la SIDE y demás linduras).
Para el “Vasco” –aquel señalado por fuentes argentinas y venezolanas como el hombre que destrabó el ingreso de Guido Alejandro Antonini Wilson a la Casa Rosada; por un cable del entonces funcionario de la Cancillería, Eduardo Sigal, como protagonista de negociaciones “paralelas” en Caracas; y por fuentes argentinos y ecuatorianas, como el enlace del Gobierno en Ecuador-, no deja de ser una estupenda noticia.
Casi tan agradable como que hayan designado a su amigo Alberto Álvarez Tufillo (aquel que trabajó en la embajada argentina en Caracas, pero desdijo ante la Justicia a Eduardo Sadous) como embajador formal en Ecuador. O que se le reconozca su rol para levantar el último paro y movilización que había ordenado el jefe de la CGT, Hugo Moyano.
De cómo pasar de ser el secretario privado de un ministor (y encargarse de llevar su insulina de acá para allá) a un todoterreno…
pd: más datos sobre la causa, acá y acá; sobre las últimas aventuras de Olazagasti, acá y acá.
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