José María Poirier, director de
El resultado fue el libro que lleva el nombre del maestro –quien le encargó a Poirier ese desafío- y el siguiente agregado: “Periodismo y pasión. Interrogantes sobre el ejercicio y la ética profesional”.
De allí extraigo este decálogo que Restrepo elaboró en base a las enseñanzas de otros grandes maestros, como Ryszard Kapuscinski, Camilo José Cela y José Martí, entre otros.
- El buen periodista debe ser, ante todo, una buena persona;
- El buen periodista debe estar orgulloso de su profesión;
- El buen periodista tiene un sentido de misión en su ejercicio profesional;
- El buen periodista es un apasionado por la verdad;
- El buen periodista es autocrítico;
- El buen periodista elabora conocimientos y los comparte;
- El buen periodista hace periodismo con un objetivo;
- El buen periodista tiene el sentido del otro;
- El buen periodista es independiente;
- El buen periodista mantiene intacta su capacidad de asombro.
Poirier añade como una de sus notas al margen al decálogo una frase del texto “Elementos del periodismo” de otros dos gigantes: Bill Kovach y Tom Rosenstiel.
Y dice sobre el buen periodismo: “Su propósito principal es proporcionar a los ciudadanos la información que necesitan para ser libres y capaces de gobernarse a sí mismos”.
O como añade Jean Paul Marthoz (periodista, profesor, asesor de Human Rights Watch), el periodismo "es una responsabilidad, un oficio que da privilegio a la única y verdadera información: la que perturba las conciencias adormecidas y los consensos cómodos".
Un libro valioso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario