Duró sólo horas.
Tan inesperada como polémica, la decisión de
La decisión fue comunicada por un colaborador del subdirector general de Control Aduanero, Silvio Minisini, ante la polvareda que levantó la polémica medida, al punto que más de 200 despachantes y empresarios se habían agolpado en el tercer piso de la sede central de la DGA para reclamar, a los gritos, explicaciones.
“¿Dónde está la norma, hijo de puta?”, fue uno de los cuestionamientos que pudo escucharse, sin esfuerzo, en toda la sede central de la DGA, pero que tuvo como epicentro la antesala del despacho de Minisini.
El retroceso oficial, no obstante, respondió a los primeros cuestionamientos sobre el sustento legal de la medida, que quedó en evidencia ante la ausencia de la “letra chica” durante toda la mañana, sin que la DGA pudiera responder las inquietudes.
La medida, que dispuso el superior de la Aduana, el administrador federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, buscaba contribuir a equilibrar la balanza comercial de pagos, retrasando la salida de capitales para pagar importaciones, mientras que se esperaba el ingreso de divisas por las exportaciones actuales y pendientes.
Sin embargo, la orden abarcaba varias zonas grises.
pd1: el resto de la nota subida a lanacion.com, acá.
pd2: GRACIAS a quien me envió esta foto del momento preciso del anuncio del retroceso a mi email. Se agradece. En serio.
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