domingo, 22 de abril de 2012

El pecado original de la nueva Ciccone

El rostro visible de la nueva Ciccone Calcográfica, la misteriosa sociedad que tomó el control de la imprenta y el socio comercial del vicepresidente Amado Boudou protagonizaron por lo menos tres reportes de operaciones sospechadas (conocidos como ROS) de configurar lavado de activos antes de que la empresa cambiara de manos y quedara envuelta en el escándalo.

El volumen de dinero bajo la lupa de los expertos antilavado resulta millonario. Por sólo dos de los tres informes conocidos se acumularon casi 9 millones de pesos, precisaron cuatro fuentes al tanto de las investigaciones en marcha dentro de la Unidad de Información Financiera (UIF).


Los reportes por presunto lavado se centran en el presidente de la nueva Ciccone, Alejandro Vandenbroele -el abogado al que su esposa señaló como presunto testaferro de Boudou-; la sociedad The Old Fund, con la que desembarcó en la imprenta, y José María Núñez Carmona, amigo íntimo del vicepresidente, indicaron los informantes.

Sólo después de desatado el escándalo, sin embargo, la unidad antilavado que preside José Sbattella (foto, arriba) apuró su investigación sobre la madeja societaria que rodea al ex ministro de Economía y a la nueva Ciccone, que está a punto de obtener un contrato para imprimir $ 40.000 millones en billetes de $ 100 durante los próximos meses. Ese trámite se conoce entre los funcionarios, analistas y empleados de la UIF como "el expediente de Boudou".

pd: la nota completa publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

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