sábado, 7 de abril de 2012

Las huellas de una traición

“Me mandaron a hablar con ‘Nariga’. Me está matando”, dijo el octogenario Nicolás Ciccone, a modo de introducción. Era su enésima reunión con interlocutores del Gobierno entre fines de 2009 y mediados de 2010 en su afán por salvar a su imprenta del colapso, siempre con la misma respuesta: no.


Hasta que irrumpió José María Núñez Carmona (foto), "Nariga", el íntimo amigo y socio comercial del entonces ministro de Economía, Amado Boudou. Entonces, llegó el colapso y resurgimiento de la empresa, pero con otra conformación accionaria.

"Pedimos nafta común, nos dijeron que no; pedimos nafta súper, nos dijeron que no; pedimos diésel, y también que no; pero cuando llegaron estos tipos, pidieron la Fangio XXI y les dijeron que sí y que podían pagarla después", resumió uno de los más íntimos colaboradores de Ciccone. Los "tipos" eran Núñez Carmona y el rostro visible de la misteriosa The Old Fund SA, Alejandro Vandenbroele, que pasó a presidir la nueva Ciccone.

pd: el resto de la crónica publicada hoy en LA NACION, acá.

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