La Unidad de Información Financiera (UIF), el organismo
antilavado nacional, se mueve con un límite infranqueable: no investiga las
alertas que recibe del exterior sobre las operaciones sospechosas de lavado
vinculadas con personas o empresas argentinas.
El controvertido límite impuesto en la UIF provocó el
archivo casi inmediato de múltiples alertas recibidas desde paraísos fiscales
alrededor del mundo sobre funcionarios, políticos, empresarios y sindicalistas
argentinos desde hace años.
Esto fue lo que ocurrió con varios reportes enviados desde
Liechtenstein, Suiza, la Isla de Man y hasta desde el atolón de Nauru (entre
Australia y Hawai).
El cambio de política fue confirmado a LA NACION por cuatro
fuentes familiarizadas con toda la operatoria que se realiza en la UIF, un
organismo del Estado que responde políticamente al Gobierno.
La decisión de concentrarse sólo en las operaciones locales
y no en las alertas internacionales comenzó hace ya algunos años, sobre la base
de pautas que regulan su funcionamiento.
"En la práctica, lo que ocurre es que la UIF se dedica
a cazar dentro del zoológico", ironizó uno de los informantes. "Eso
implica que el sospechoso que logró sortear el cerco local, después es muy raro
que tenga problemas."
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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