La familia Ciccone dio otro paso para
despegarse del escándalo que protagoniza el vicepresidente Amado Boudou. Ahora
se presentó ante la Justicia en lo Comercial, donde atacó por “ilegítima” la
intervención oficial de la empresa y repudió los acuerdos que firmó su teórico
representante, Alejandro Vandenbroele, con el ex banquero Raúl Moneta hasta
endeudar la empresa en más de $ 35 millones.
La familia Ciccone concretó ese paso a través de un escrito que presentó con la firma de su fundador, Nicolás [foto, arriba], en el expediente del concurso y quiebra de la imprenta y que continúa abierto
tras la intervención estatal de la planta. Se suma así al escrito que presentó
el 20 de diciembre ante el Ministerio de Economía para reclamarle informes
sobre la intervención, exigir el llamado a una asamblea de
accionistas y anticiparle que evaluaba iniciarle juicios a Vandenbroele y al
Estado por sus acciones de los últimos años.
Ante el silencio oficial del ministro
de Economía e interventor en la empresa, Hernán Lorenzino, los Ciccone optaron
ahora por iniciar su despegue en el ámbito judicial. Al punto que en su escrito
encuadraron la intervención de la empresa como una “ocupación temporaria
anormal” que calificaron como “absolutamente ilegítima”.
Apenas recibido
el escrito, el juez en lo Comercial Javier Cosentino ordenó la apertura de un
incidente -que corre en paralelo al expediente principal- y trasladó el planteo al Palacio de Hacienda y a The Old Fund, la
firma que preside Vandenbroele, para que expresen sus argumentos antes de que
el magistrado tome una decisión.
pd: el resto de la nota publicada hoy
en LA NACIÓN, acá.
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