Para el juez federal Ariel Lijo, que aparezca una foto comprometedora de Amado Boudou es irrelevante. ¿Por qué? Porque el magistrado ya dio por probado el vínculo entre él y su socio José María Núñez Carmona con el único rostro visible de The Old Fund y presidente de Ciccone Calcográfica. Alejandro Vandenbroele, remarcó Lijo, "es conocido de ambos".
¿Cómo y por qué el juez arribó a esa conclusión, que derriba uno de los argumentos defensivos centrales del vicepresidente durante los últimos dos años? ¿Qué pruebas se acumularon en la "causa Ciccone" para colocar a Boudou al borde de su procesamiento? ¿Qué otras evidencias podrían salir a la luz, acaso con repercusiones incluso internacionales?
A estos interrogantes se suma un último eje: ¿quién aportó los más de $ 50 millones que le permitieron a Vandenbroele reflotar Ciccone? ¿Fue Raúl Moneta, cuya presentación fue rechazada por el síndico de la quiebra por insustancial? ¿Fue el dueño del Banco Macro, Jorge Brito, amigo de Boudou y de Núñez Carmona? Y si parte del dinero pasó por Estados Unidos, ¿podrían las autoridades antilavado de ese país comenzar a hurgar en las transferencias multimillonarias?
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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