sábado, 13 de junio de 2015

FIFAgate: a Burzaco y los Jinkis les queda negociar

La primera sugerencia que Alejandro Burzaco recibió de sus abogados fue que dejara de pensar en ideas locas: llegar a la Argentina de manera clandestina -por avión, por barco, vía África- ya no era opción. Era mejor que escogiera dónde salir a la superficie, se presentara ante un juez de manera voluntaria y aceptara su extradición a Estados Unidos. Para, a partir de entonces, ver las pruebas en su contra y jugar la siguiente carta: ir a juicio o negociar. Será negociar.

Del otro lado del Atlántico, los Jinkis, Hugo y Mariano, también miran hacia Nueva York. Continúan prófugos de la Justicia argentina, que debe arrestarlos y someterlos al proceso de extradición. Pero mientras esperan, dentro de la Argentina, que la Cámara Federal porteña los exima de quedar detenidos, sus abogados Jorge Anzorreguy y Francisco Castex ya contactaron a colegas estadounidenses para que los representen allá.


El horizonte se avizora complicado para Burzaco y los Jinkis, según reconstruyó LA NACION durante la última semana, en base a las estadísticas cotejadas, el análisis de expertos y de allegados directos a los tres empresarios. Es muy probable que les toque perder. o perder.

"Alejandro tiene claro que, salvo un milagro, es muy probable que no vuelva durante varios años a la Argentina", confió a LA NACION un colaborador de Burzaco que estuvo con él en Italia hasta el miércoles.

Las cifras oficiales anticipan qué les espera. Cada año, cerca de 18.000 personas afrontan acusaciones por delitos federales en Estados Unidos, de las que más del 90% terminan condenadas. Y de ellas, el 95% se registra tras una negociación con los fiscales y una admisión de culpabilidad a cambio de una reducción de la condena, según los datos de la Oficina de Estadísticas Judiciales del Departamento de Justicia.

pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.

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