Luego de 22 días en la clandestinidad, Hugo y Mariano Jinkis, los empresarios argentinos dueños de la empresa Full Play, requeridos por la justicia de Estados Unidos, se presentaron ante el juez Claudio Bonadio y quedaron detenidos en la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal, en Madariaga y General Paz, a pocas cuadras del Autódromo Municipal.
Jorge Anzorreguy y Juan José Sforza, abogados de Hugo Jinkis, presentaron un petitorio para que su cliente espere bajo arresto domiciliario su juicio de extradición a Estados Unidos, que puede durar entre cuatro y seis meses. Los letrados se basaron en su edad (70 años) y su estado de salud. El juez resolverá la solicitud entre hoy y mañana.
Los Jinkis se presentaron poco antes de las 7.30 en los tribunales de Comodoro Py. Para evitar ser vistos, ingresaron en el edificio por una puerta lateral y se dirigieron al 4° piso, donde funciona el juzgado de Bonadio, el magistrado que debe resolver si los extradita a EE.UU.
Una vez que los tuvo allí, el juez dio aviso a Interpol Argentina, que realizó los correspondientes trámites identificatorios, como la toma de huellas dactilares y el registro de antecedentes. Además, se les leyó una cédula con las razones por las que Estados Unidos requiere su presencia ante los tribunales del Distrito Este de Nueva York. A su vez, los abogados de los Jinkis informaron a Bonadio que en los próximos días sus clientes mantendrán charlas informales con los letrados que tambien contrataron para defenderlos en el país del Norte.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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