jueves, 27 de mayo de 2010

Excremento 007

“Te quiero hablar de la grandeza de la relación entre Argentina y Venezuela y tú sigues insistiendo en el excremento”, le espetó el presidente bolivariano Hugo Chávez al periodista radial, ya algo hastiado de sus preguntas, centradas en el "maletinazo".

“Ustedes siguen hablando de la maldita maleta, de los Antonini, que es un agente de la CIA, compadre”, argumentó. "Yo lo que te llamo es a la reflexión, [pero queda por ver] si ustedes pueden mirar lo esencial, pero no es mi decisión".

¿Qué es lo "esencial", según el mandatario venezolano? Los vínculos crecientes entre la Argentina y su país durante los últimos años, que generó mayor riqueza, nuevos empleos en ambos países, mejores ingresos fiscales y vínculos más fraternales.

Y todo eso es cierto. Pero la validez de eso tampoco quita que la relación bilateral registre traspiés y algunos aspectos a mejorar. Entre ellos, la transparencia. O para ser más preciso: reducir la corrupción rampante.


Algunas preguntas abiertas que Chávez esquivó incluyen:

- ¿Cómo logró Antonini subirse al avión? ¿Quién lo invitó? ¿Argentinos o venezolanos?

- ¿Cómo logró Antonini meter una valija (o dos) repletas de dólares en un avión al que subió a último momento, saliendo de un país con un durísimo control de cambios?

- ¿Cómo logró Antonini ingresar a la Casa Rosada apenas 60 horas después del decomiso de la valija con la que, en teoría, engañó y sorprendió a los mismos funcionarios con los que luego se codeó en el acto oficial?

- ¿Cómo logró Antonini cenar en el exclusivo restaurante Rosa Negra con algunos de los mismos ejecutivos de la petrolera PDVSA con los que voló en el avión de "Presidencia Argentina", después del acto en la Casa Rosada?

- ¿Cómo logró Antonini que el jefe de la inteligencia venezolana (Disip), Henry Rangel Silva, lo llamara a su teléfono dos veces y le prometiera el sol, la luna y todo lo demás que él quisiera a cambio de que asumiera la valija como propia?

La lista de preguntas aún abiertas es mucho más larga, pero creo que con estas sirven de muestreo. O Antonini es un excremento muy resistente o es un espía premium o la historia es muy incómoda para la Argentina y Venezuela.

Por algo es que, casi tres años después del decomiso de aquella valija, Antonini se mantiene como un maldito fantasma omnipresente para los Kirchner y para Chávez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario