Su país mejoró en muchos aspectos y empeoró en tantos otros.
No soy experto para meterme en ese análisis, apenas si investigué el "caso Antonini" y la "embajada paralela". Pero sí tengo claro que "el perraje", como la aristocracia local despreciaba a muchos de sus connacionales, lo llorará por lo mucho que hizo por ellos.
Su país no es hoy el que era, para bien y para mal. Ahora afronta el desafío del "chavismo sin Chávez". ¿Estará la clase dirigente a la altura del desafío?
Que el Comandante descanse en paz. Su país, mientras tanto, queda por ver cómo sigue.
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