El presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou,
Alejandro Vandenbroele, figuró como dueño de la sociedad clave en la trama del
“caso Ciccone” hasta que él mismo se tachó en los libros societarios y se
reinscribió sólo como su presidente, según consta en los copias de esos
registros.
El hallazgo de la etapa de Vandenbroele como socio de la
firma The Old Fund contradice así la versión que siempre sostuvo, tanto en una
solicitada pública como ante la Justicia. Según su defensa oficial, él sólo
actuó como ejecutivo de la firma y bajo órdenes de terceros.
“No soy accionista ni ‘dueño’ de Compañía de Valores
Sudamericana SA (antes Ciccone Calcográfica SA), ni de The Old Fund, ni de
ninguna vinculada”, afirmó Vandenbroele, en el texto que publicó en varios
diarios, el 5 de marzo de este año.
Sin embargo, los libros de The Old Fund muestran otra
historia. El presunto testaferro de Boudou aparece allí primero como accionista
de la sociedad y sólo luego, tachadura mediante, apenas como su presidente. Su
rol no dejó dudas en el libro societario: se lo identifica como “al nuevo
accionista”.
pd: el resto de la nota publicada hoy en LA NACIÓN, acá.
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