Dicho y hecho. Era cantado. Previsible. Casi obvio. El
fiscal federal Jorge Di Lello aclaró que la revelación sobre los supuestos
aportes del ex banquero Raúl Moneta para levantar la quiebra de la ex Ciccone,
no exime al vicepresidente Amado Boudou de una investigación sobre
"negociaciones incompatibles" para beneficiar a esa empresa.
Di Lello tiró esas precisiones, luego de que el presunto
testaferro de Boudou, Alejandro Vandenbroele, rompiera el silencio y revelara
ante la Justicia el nombre de quien, según él, es el misterioso capitalista que
permitió el salvataje financiero de la ex Ciccone con fondos y avales por 50
millones de pesos: el ex banquero Raúl Moneta (intentona que revelé en julio
pasado).
El fiscal aclaró que "la inexistencia de la identidad
de quiénes eran los titulares de esas empresas encadenadas, hizo que en algunos
casos en el imaginario periodístico y político se supusiera que Amado Boudou
fuera dueño de las empresas". Pero al mismo tiempo explicó que el avance
de las investigaciones sobre quiénes son los dueños de Ciccone, no aparta la
atención sobre Boudou.
"Una negociación incompatible no tiene que ver con que
fuera o no dueño de la empresa. Ser dueño no ser dueño de The Old Fund o
de los fondos que compraron Ciccone, es una cuestión menor o tangencial",
admitió, que recordó que la causa central es por el supuesto
"enriquecimiento ilícito" del funcionario.
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