jueves, 4 de abril de 2013

Gracias, platenses, por tanto

Noche de sensaciones cruzadas. Estoy cansado tras dos días de ayudar a limpiar la casa de mis padres; dos días en los que vi a qué extremos llega la solidaridad de tantos y tantos que te tienden la mano sin esperar nada a cambio, pero en los que apenas vi UN camión de la Municipalidad, nadie de Defensa Civil. Es cierto que los barrios por los que me moví no fueron los más afectados, pero tampoco de los que menos. 

Y me banco que los funcionarios nacionales, provinciales y municipales se llenen la boca de palabras huecas, pero no perdonaré jamás que el intendente haya tratado de tomarme de idiota. Porque sí, lo tomo de manera PERSONAL. Bruera, INTENTASTE MENTIRME. Y si no te hubiera pescado un colega, nunca habrías borrado ese tweet. 

Tampoco olvidaré que mientras personas anónimas ayudaban a otros sin siquiera saber sus nombres, los únicos policías que vi debajo de sus patrulleros estaban CHARLANDO ENTRE ELLOS, sin dar bola al drama que los rodeaba. 

Pero aún así, y lejos de irme a dormir con un sabor amargo, me voy repleto de agradecimiento y del amor al prójimo que me rodea, de aquellos que sin más te abren un boliche para que comas algo con tus viejos, que perdieron casi todo lo que tenían en la planta baja, que te abren una veterinaria para que busques algo para un perro, que agarran la ropa de otros para lavarla en sus casas, de amigos que se llevan a los pibes de otros a sus casas a dormir, de tipos que caminan una hora para ver si una familia amiga está bien porque los teléfonos no funcionan. 

Y me quedo con eso. 

GRACIAS por tanto. 

Porque mientras un IMBÉCIL miente desde Brasil (porque sí, Bruera, sos un imbécil que deberías renunciar si tuvieras dignidad), miles de platenses mostraron porqué esta ciudad, La Plata, es una ciudad digna de ser vivida. 

¡GRACIAS!

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