Todas mis fuentes coinciden, sin embargo, en que esos cables poco tienen que ver con la operatoria sospechada. Peor aún, indican que tanto el ex embajador Eduardo Sadous como el ex agregado comercial Alberto Álvarez Tufillo sólo redactaron, firmaron y enviaron ocho (8) cables centrados en la "diplomacia paralela", las "irregularidades" y la "corrupción" en la relación bilateral.
Más aún, si el juez federal Julián Ercolini los citara a declarar sobre 30 cables, al parecer ambos mantendrían esos reportes que enviaron a la Cancillería alejados de la Justicia. Y eso, de ocurrir, le aportaría al Gobierno una oportunidad para desmentirlo todo, una vez más.
Ergo, ¿qué hacer? ¿Subirse a lo publicado por Clarín y consignar algo sobre lo que ellos publicaron? Por el contrario, ¿salir a desmentir o relativizarlo? ¿O mantenerse alejados, dado que es una pelea "entre ellos", como muchos creen (y con no poca razón)?
Todas las opciones resultan incómodas.
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