sábado, 26 de junio de 2010

La telenovela

"Hay que terminar con la telenovela argentino-venezolana", imploró María de las Cristinas Elizabeths Fernández Nevados de los Ríos de Kirchner, al observar cómo los arpíos periodistas, complotados con los oscuros intereses más perversos de los magnates más pérfidos suman nuevas huestes a sus filas para denunciar coimas hasta en las piedras. Peor aún, María de las Cristinas comprobó horrorizada que el último traidor fue Julio César DiVidus, su ex ladero fiel.


Ahora, ya en serio. Acá les va lo que dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al reunirse en Toronto, Canadá, con líderes del sector minero. "Hay que terminar con la telenovela argentino-venezolana".

Síp. Dijo eso.

Textual: Dijo que le "preocupa la distorsión, tergiversación o mentira de las cosas que suceden", reclamó al Congreso que levante el secreto sobre el testimonio del ex embajador ante Venezuela, Eduardo Sadous (el mismo secreto que el canciller Héctor Timerman reclamó primero que se aplicara), y ahí lanzó la frase del fin de semana: "Hay que terminar con la telenovela argentino-venezolana".

¡Chan, chan!

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