Lo niega el canciller Héctor Timerman, lo niega el Ministerio de Planificación Federal y lo admite pero relativiza el funcionario que redactó el cable, Eduardo Sigal. Y, sin embargo, en LA NACION insistimos con publicar sobre la "diplomacia paralela".
¿Por qué?
1. Porque los cables diplomáticos detallan una movida peculiar de un colaborador del ministro Julio de Vido, José María Olazagasti, en Caracas.
2. Porque las fuentes nos confirmaron la veracidad de todo lo que publicamos (obvio, consultamos a esas fuentes ANTES de publicarlo).
3. Porque nuestra obligación es publicar la información, aunque nos desmientan.
Puede sonar hasta cursi lo que escribo, pero es así.
Por eso, hoy publicamos en LA NACION lo que publicamos: que la embajada argentina en Venezuela reportó a la Cancillería sobre empresas afectadas por las gestiones de Olazagasti.
Y hoy, puedo anticipar, será otro laaaaargo día en la redacción...
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