Cuando logramos verificar lo que después terminamos por publicar hoy en LA NACION, lo primero que pensé fue: "Esto es un bombazo".
¿Por qué? Diez razones:
1. Porque es una prueba "caliente" de la existencia de la "embajada paralela".
2. Porque quien lo afirma es uno de los máximos funcionarios de la Cancillería argentina, el subsecretario de Integración Económica Americana y Mercosur, Eduardo Sigal.
3. Porque quien firmó y envió el cable, Sigal, es un funcionario que comparte y defiende a este Gobierno, con el que se siente identificado. Es decir, con sus políticas e ideas, no así con algunas de sus "prácticas" por algunos de sus funcionarios.
4. Porque lo afirma por escrito, en un cable oficial.
5. Porque señala por su nombre a uno de los funcionarios del Ministerio de Planificación Federal, José María Olazagasti. El mismo al que fuentes argentinas y venezolanas señalan como quien destrabó el ingreso de Guido Alejandro Antonini Wilson a la Casa Rosada, el lunes 6 de agosto de 2007 (60 horas después del decomiso de la valija que contenía casi 800.000 dólares).
6. Porque Olazagasti es, al decir de empresarios, funcionarios y diplomáticos argentinos y venezolanos, "el nuevo Uberti". Es decir, el nuevo "embajador en las sombras" de la Argentina -y para los negocios- en Caracas.
7. Porque en plena tormenta sobre la "embajada paralela", "diplomacia paralela", "gestiones paralelas", "negocios paralelos", la mera alusión a la palabra "paralela" es algo radioactivo para el Gobierno argentino. Y aún así, el cable alerta sobre una "reunión paralela".
8. Porque detalla cómo Olazagasti excluyó a dos empresas locales (es decir, un funcionario argentino perjudicando empresas argentinas) sólo porque el Ministerio de Planificación decide promover negocios con algunas empresas y no con otras. (Pregunta obvia: ¿y por qué hace eso?).
9. Porque ya no se trata del ex embajador argentino ante Venezuela, Eduardo Sadous, relatando lo que él vivió entre 2004 y 2005, o empresarios le contaron hace ya tiempo, sino de algo ocurrido entre marzo y el 25 de junio de este año. Es decir, 10 días atrás.
10. Porque el alerta con forma de cable confidencial que emitió Sigal el viernes 25 de junio lo envió a su superior inmediato y al jefe máximo de la Cancillería, Héctor Timerman.
Dato final: no sólo yo siento que lo que publicamos es un "bombazo". Hablé anoche con uno de los editores que más respeto en LA NACION, Martín, mientras cerraba la edición. Y, para él, esta debería ser "la nota del año".
¿Problemas o desafíos? Sí, claro. Entre otros, que la Argentina perdió ayer. Y, hoy, ¿a quién le importa algo que no tenga forma de pelota?
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