El eje coyuntural, por el que arranca la nota de hoy, es el
siguiente: “La unidad antilavado local (UIF) pidió a la Justicia que la acepte
como querellante en la causa por presunto enriquecimiento ilícito que se
instruye contra el ex vicecanciller argentino Roberto García Moritán,
señalado a su vez por las autoridades uruguayas como el supuesto protagonista
de un intento de soborno en la licitación del dragado del canal Martín García ”.
Sin embargo, en un plano más “egoísta”, lo interesante para
mí de la movida de la UIF consistió en que también alcanzó a otros dos
funcionarios. Y uno de ellos es el jefe de la Dirección Regional Sur
Metropolitana de la AFIP, Andrés
Vázquez
Aquella cueva del BNP Paribas, sobre la avenida Alem, frente a Puerto Madero.
Allá por octubre de 2010, revelé que Vázquez –uno de los funcionarios más poderosos dentro de la AFIP– había acumulado casi medio millón de dólares junto a su hermana en dos cuentas bancarias secretas en el Caribe y en Europa, a través de la misma “cueva” del BNP Paribas con la que operó García Moritán.
Lo que siguió fue singular. Porque mientras que Vázquez retuvo (y aún retiene) su cargo de jefe de
Ahora, casi dos años después, el saldo (también provisorio) es que la causa en la que figuré se archivó sin que siquiera fuera imputado. Y el juez federal a cargo de la investigación,
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