El 7 de enero de 2004, el CEO de Siemens Argentina, Matthias Kleinhempel, llamó a Munich. Cuando cortó con el ejecutivo de SBS, Bernd Regendantz [foto], le envió un fax con 9 hojas adjuntas, una breve explicación y copias de todas las facturas truchas necesarias para destrabarle los pagos al lobbista todoterreno Carlos Sergi.
Todo ese material, sin embargo, debió someterse a un código encriptado de trabajo basado en dos palabras -“generar ganancias”-, pero redactadas en inglés -“Make Profit”-, en las que a cada letra se le asignó un número correlativo. Así, si un ejecutivo le pedía a los cajeros en Munich que archivaran un contrato en el “legajo APP”, la “A” significaba “2” y cada “P” un “5”. De ese modo, lo que el informante en verdad indicaba a la sede central por medio de un email, un memorando o apenas un Post-It era que la coima a abonar por ese contrato era del 2,55 por ciento.
Simple y brutal.
Y pensar que acá te cobran legajos MP o incluso llegan a AT, pero sin insertar comas para decimales…
pd: más datos, en el libro.
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