martes, 26 de julio de 2011

Periodismo, política y twitter

La revista Criterio (con la que suelo disentir más que coincidir) publicó un estupendo editorial sobre los desafíos de “hacer política en tiempos de twitter”.

Entre otros puntos válidos, concluye que “en esta coyuntura, el periodismo muta y la tecnología otorga nuevas herramientas a la política. Si quienes detentan el poder tienen pocos escrúpulos y apego lábil a ciertas reglas de la información, pueden utilizar esta inconmensurable red de comunicación en beneficio propio, con el agravante de que su financiamiento, en general, proviene de las arcas públicas”.

“En este caso, hay que hablar de propaganda y no de periodismo. La propaganda, aunque se disfrace de periodismo, está ajena a las regulaciones propias de la publicidad y del comercio. Por el poder, se olvidan principios como el cotejo de información, y se recurre a la mentira y la manipulación a través de la edición descarada de noticias, la segmentación o el ocultamiento”.

Así, Criterio considera que periodismo y política "navegan aguas turbulentas", fruto de "un fenómeno que no puede desconocerse ni evitarse. Como toda cosa nueva, es también normal que genere rechazos, incomodidades y aprensión. El gran cambio de época tiene que ver con el cambio mismo: la continua y permanente aparición y descarte de tecnologías. El gigantesco esfuerzo de la política, el periodismo y la opinión pública estará en que prevalezca la moderación, el juicio crítico y el debate de ideas y conductas. Al fin y al cabo, la persona es una combinación de razón y pasión, cuyo destino pareciera ser el equilibrio entre ambos”.

Comentario propio: ¿Cómo lograr que prevalezca el juicio razonado, la mesura, el contexto, cuando el medio mismo (Internet, tanto en su forma de comentarios de los lectores de diarios, como en su formato más reducido, Twitter) alienta las reacciones inmediatas? ¿Cómo compite la información verificada y equilibrada (pero más “aburrida”) con distorsiones y mentiras más “marketineras”? ¿Cómo lograr que la información sobre temas relevantes llegue a la ciudadanía, cuando esta prefiere infoentretenimiento sobre deportes, farándula y sexo (algo que demuestran todos los “rankings de noticias” de los portales “serios”)?

Ni debo aclarar, dada la obviedad, que Twitter ofrece múltiples ventajas y beneficios, como la difusión de material y el acercamiento de interlocutores lejanos. De hecho, es probable que no estarías leyendo este post si no fuera por el tweet que habré de subir con el link a este material, pero aquellas son preguntas cuyas respuestas desconozco.

pd: el texto completo del editorial, acá.

1 comentario:

  1. Es un fenómeno fascinante, Hugo, y un debate aún abierto. En mis intentos por pasar el tema en limpio terminé escribiendo "15 consejos para periodistas en Twitter", que podés leer acá http://fedebillie.blogspot.com/2011/05/15-consejos-para-periodistas-en-twitter.html

    Saludos!

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