Amenazas, presuntas extorsiones y dinero negro condimentan la sorda disputa judicial que protagoniza desde hace meses el jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray. Su rival es un empresario marplatense que antes lo benefició como testigo en la causa sobre los subsidios irregulares de la ex Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca).
La ofensiva judicial de Echegaray se concentra en el presidente de la Cámara Pesquera Marplatense, Daniel Tunoni, a quien demandó en los fueros civil y penal tras acusarlo de intentar mancharle su imagen e intentar extorsionarlos a él y a sus principales colaboradores para sacarles dinero o algún otro beneficio.
Mar del Plata, vale aclarar por las dudas, es una ciudad neurálgica para el zar de los impuestos. Allí estudió Derecho tras arribar de Punta Alta y allí conoció a sus mejores amigos, como Fernando Villaverde, hoy reconvertidos en su equipo todoterreno en la Oncca, primero, y la AFIP, después.
Tunoni [foto] tampoco se quedó atrás. Afirmó que varios colaboradores de Echegaray lo abordaron para que callara lo que sabía sobre los subsidios irregulares de la Oncca, le pagaron para negar ante la Justicia lo que ya le había contado a la prensa y así salvar al actual titular de la AFIP en una causa penal sensible.
El empresario/testigo negó haber recibido dinero ante mi consulta directa. Pero hizo mención a un supuesto pago en un mail que le envió a Echegaray. "Me hicieron entrega de 15.000 dólares para que amplíe a favor suyo y de otros miembros de la ex Oncca y actual AFIP, en las distintas causas penales que se encuentran en trámite", le planteó. Y así fue. Repetidas veces.
La incógnita del millón es qué hace (o hacía) el zar de los impuestos inmiscuido en una disputa casi de arrabal con un empresario/testigo tan opaco como Tunoni. ¿Por qué le envió emisario? ¿Para qué?
pd: el resto de la nota, acá.
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