Así dice el refrán y bastante debieron llorar dentro de Siemens después de todo lo que sobrellevaron en el Proyecto DNI.
Tanta leche y tantas vacas padeció que bien entrado 2008, la filial de la multinacional en la Argentina difundió una “Guía de Cumplimiento Normativo – Lucha contra la corrupción”.
La verdad sea dicha, ofrece seis pautas que exceden a Siemens y que pueden servir en toda ocasión, para la cartera de la dama o el bolsillo del caballero.
Al abordar cómo cómo deben relacionarse sus ejecutivos con los intermediarios, consignó los llamados “signos de peligro”. En particular, cuando dicho intermediario/lobbista/facilitador:
- Parece no disponer de la suficiente cualificación o de personal suficiente;
- Está designado o es recomendado por un representante gubernamental;
- Exige que su identidad se mantenga oculta;
- Exige que se le abone en efectivo o por adelantado o mediante pagos offshore;
- Exige que Siemens [pero léase cualquier empresa a la que aborde] elabore documentos falsos;
- Exige una compensación desorbitada en relación con el valor de los servicios proporcionados;
- Trata de obtener el reembolso de gastos inusualmente elevados o no documentados.
Cualquier semejanza con tantos otros escándalos de corrupción, obvio, NO es mera coincidencia…
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