Con más de 100 años en el país, Siemens afrontó una de sus peores etapas en la Argentina entre 2002 y 2003 (y eso que sobrellevó unas cuaaaantas...), durante el epílogo de la presidencia de Eduardo Duhalde, cuando dio por perdido el Proyecto DNI y demandó al Estado ante el CIADI por más de US$ 600 millones.
El reacercamiento comenzó luego, con el patagónico Néstor Kirchner ya en
El primer gran paso fue la visita de Kirchner a la planta de Siemens en octubre de 2004. Fue para una recorrida formal y un discurso público junto al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y al legendario pingüino inflable.
El segundo paso ocurrió seis meses después, el martes 12 de abril de 2005, en el hotel Regent de Munich. De un lado, Kirchner y De Vido; del otro [foto arriba], Sharef y el CEO de Siemens Argentina, Matthias Kleinhempel (el mismo que, como conté en un mail anterior y por orden de Sharef, gestionó un pago indebido para Carlos Sergi por US$ 4,7 millones que dibujaron con facturas truchas).
Hablaron sobre
Para octubre de 2006, y previa negociación de los detalles con De Vido, la relación bilateral quedó más que encarrilada. La floreciente Electroingeniería se sumó a Atucha II y Siemens ganó la polémica licitación (que derivó en una denuncia penal, luego archivada) para construir las centrales termoeléctricas “Timbúes” y “Manuel Belgrano” por más de US$ 1100 millones. Es decir, un monto similar al que, en su máximo esplendor, debió abarcar el Proyecto DNI.
Business are business...
pd: más datos sobre aquel encuentro en Munich, acá, acá y acá.
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