Si en la Argentina suele denunciarse la impunidad imperante, en China ofrecieron un refuerzo dramático de esa impresión.
La Justicia de la provincia de Henan condenó a la pena capital al ex gerente general del departamento de Recursos Humanos de la compañía de telefonía celular nacional, Shi Wanzhong, tras hallarlo culpable de aceptar coimas de Siemens.
La Corte le impuso, sin embargo, un período de dos años bajo revisión especial, lo que en las prácticas tribunalicias chinas suele traducirse en la conversión de la condena de muerte en una larga pena de prisión.
A Wanzhong, que recibió algo más de US$ 5 millones de los muchachos de Siemens, también se sumó Tian Qu, otro burócrata chino coimeado. En su caso, la pena que recibió fue de 15 años tras las rejas.
Una penal capital (que repudio bajo cualquier circunstancia) y una pena a 15 años de prisión en China; multas y penas de 2 años de prisión condicional en Alemania (como ocurrió con Hans Hartmann y Michael Kutschenreuter [fotos], quien bastante sabe del Proyecto DNI) y… nada en Argentina.
Pd: más datos sobre el caso chino por un medio chino, acá.
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